Explosión tradicional: vinos y dulces en Semana Santa

25 marzo 2024

Estamos en unas fechas en las que la tradición está esperándonos a la vuelta de cualquier esquina. La Semana Santa profundiza en nuestras raíces históricas y nos deja no solo los tradicionales pasos de semana santa sino que mira también a la gastronomía tradicional. Así que nos hemos dicho. ¿Por qué no conjugar los tres elementos para traeros un post de tradición al cubo?

En el mundo del vino, hay algo mágico en encontrar el complemento perfecto para los dulces tradicionales. Cada sorbo y cada bocado pueden llevarnos a nuevas alturas de satisfacción. Desde los vinos más intensos hasta los naturalmente dulces, hay un mundo de sabores por descubrir, especialmente cuando se combinan con los postres auténticos de España. Veamos cómo algunos de nuestros mejores vinos tradicionales de Priorat, Málaga, Montilla-Moriles, Ribeiro y Alicante se fusionan perfectamente con los dulces más deliciosos de cada región.

Vinos rancios de Priorat con panellets (Cataluña)

Los vinos rancios de Priorat son como un universo de sabores terrosos, especiados, complejos y de pausada vejez. ¿Qué mejor compañero para ellos que los panellets, esos pequeños pasteles catalanes? Hechos con almendra, azúcar y clara de huevo, y a menudo cubiertos con piñones, estos dulces ofrecen una combinación que hace que cada bocado sea una aventura. La dulzura sutil de los panellets contrasta con la intensidad del vino, combinando una variedad de sabores que harán bailar a tu paladar.

Ranci 2013-2018 - 95 puntos

Bodega: Meritxell Pallejà

Tipo: Tinto rancio seco

Variedades: Garnacha tinta

Un vino profundo, muy tradicional y con un trasfondo territorial único. Vino criado al sol y serena, como se hacía antiguamente en damajuanas de cristal.

Vinos naturalmente dulces de Málaga con torrijas (Andalucía)

Los vinos dulces de Málaga son como un sueño hecho realidad por su aromática floralidad y sus sabores intensos y ácidos. Y cuando se encuentran con las torrijas andaluzas, es como si cielo y tierra se unieran en un solo bocado. Estas torrijas, similares a las tostadas francesas pero con un toque español, son un regalo para los sentidos. Sumergidas en leche con canela, fritas y cubiertas con miel, hacen una pareja perfecta con el vino de Málaga, creando una vivencia gastronómica inigualable.

Heréditas - 94 puntos

Bodega: Fabio Coullet

Tipo: Blanco dulce

Variedades: Moscatel

Un moscatel de la Axarquía malagueña, de recolección tardía y asoleo tradicional para entender por qué Málaga se hizo famosa por sus vinos dulces en todo el mundo.

Montilla-Moriles,  Pedro Ximénez con pestiños  (Andalucía)

Pedro Ximénez de Montilla-Moriles es el rey de los vinos dulces, y los pestiños andaluces son la elección perfecta para acompañar estos vinos excepcionales. Estos pequeños pastelitos fritos, con su sabor a anís y cubiertos de miel, hacen una combinación que es pura magia en el paladar. Su dulzura intensa resalta las notas de pasas y caramelo del vino, creando una experiencia sensorial que te dejará sin aliento.

La Cañada Pedro Ximénez - 97 puntos

Bodega: Pérez Barquero

Tipo: Blanco fortificado

Variedades: Pedro ximénez

Pedro Ximénez de Montilla-Moriles en estado puro. Un vino único, con una gran vejez, con infinidad de matices que nos trasladará a la Montilla más antigua y tradicional. Otro ejemplo más de por qué España es un gran país en la elaboración de vinos tradicionales. 

Tostadillo de Ribeiro con filloas (Galicia)

El vino de paja de Ribeiro, con su dulzura concentrada, encuentra su alma gemela en las filloas gallegas. Estas crepes delgadas, servidas con miel o azúcar, son un deleite para los sentidos. Su suavidad complementa la complejidad del vino, creando una combinación de sabores que te hará cerrar los ojos de felicidad.

Alma de Reboreda Naturalmente Dulce - 96 puntos

Bodega: Bodegas Campante

Tipo: Blanco dulce

Variedades: Treixadura

Los tostados gallegos son vinos únicos que adquirieron notoriedad a finales del siglo XIX. Se trata de un vino que se reservaba para el autoconsumo en momentos especiales. Los matices que ofrecen estos vinos son únicos; recuerdos a flores, hierbas de tocador y notas de acetaldehídos fruto de la vejez a la que son sometidos algunos ejemplares.

Fondillón Alicantino con turrón de Jijona (Comunidad Valenciana)

El fondillón alicantino es como un abrazo cálido con sus notas de frutos secos y caramelo, y el turrón de Jijona puede ser una pareja perfecta. Este dulce valenciano, hecho con almendras y miel, es un verdadero placer para el paladar. Su textura suave contrasta con la intensidad del vino, creando una experiencia que nunca olvidarás.

Brotons Gran Fondillon Reserva - 97 puntos

Bodega: Brotons V & A

Tipo: Tinto dulce

Variedades: Monastrell

El fondillón es un vino oxidativo lleno de enigmas. Se trata del vino histórico de la denominación de origen Alicante, vino que ha viajado por los mares de medio mundo debido a su enorme complejidad de matices y a su singularidad. Un vino sin encabezar elaborado con la uva monastrell, la compleja dama tinta del mediterráneo levantino .

Estos son sólo algunas de las parejas ‘gastrovinicotradicionales’ que se pueden probar estas fiestas. Hay muchas más opciones con las que explorar nuestro pasado. El ejercicio está en encontrar combinaciones que nos hagan disfrutar de nuevos placeres que podamos saborear y disfrutar en compañía. 

Quizá estas propuestas no sean la mejor opción para mantener la línea en estas fiestas, pero ¿acaso el mundo no se hizo para ser vivido?

    Escrito por Redacción