10 vinos tintos diferentes para Navidad sin gastar más de 15 euros

Metidos como estamos en plenas navidades nos hemos propuesto acercaros 10 vinos tintos para compartir o combatir a nuestros familiares y amigos a lo largo de las próximas semanas. Nuestra propuesta profundiza en las sutiles diferencias de algunas de las garnachas españolas, en la apuesta por lo local, en la tipología de vinos mediterráneos, en la fuerza de Toro, en las sutilidades riojanas y en el carácter silvestre y mineral de las mencías del Bierzo. Un nutrido abanico de vinos que nos permitirán disfrutar al máximo sin gastar más de 15 euros.

En pocos años, 2017 fue la primera añada de esta casa, Ca’ di Mat, casa de locos en piamontés, se ha convertido en un indispensable de la subzona San Martín de Valdeiglesias en plena denominación de origen Vinos de Madrid. La razón de su éxito se debe a la delicadeza con la que tratan sus viñas viejas sobre los característicos suelos graníticos de la zona. Los vinos que elaboran poseen la raza local de Gredos, pero expresada con asombrosa sutilidad y equilibrio. Os traemos un vino con cierta vejez, pues se trata de la añada 2019, cuando actualmente están presentando la 2021. En él podemos ver cómo afecta el tiempo a una garnacha fina pero sabrosa. Interesante por su mezcla de cítricos sobre fruta al licor, por la presencia de hierbas de monte, especias dulces y su final balsámico. Un vino bonito para disfrutar en armonía durante las fiestas navideñas. Nadie da tanto por tan poco. Un vino que merece la pena ser probado.

Seguimos en la línea de vinos con una esencia puramente local, vinos en los que la naturaleza marca su razón de ser. Como este Escolinas que, aunque sea el vino de entrada del proyecto de la distribuidora de vinos Coalla junto a la bodega Monasterio de Corias, no deja de ser una muestra perfecta del potencial de los vinos asturianos. Tenemos ante nosotros un vino muy silvestre, con notas de sotobosque húmedo, camomila, flores y una fruta roja fresca y crujiente. La acidez de este vino es refrescante y un perfecto sostén de vida.

 Un vino diferente, de intensidad media, fresco y muy jugoso. Nos acerca a su lugar de origen a través de dos variedades muy singulares y desconocidas, la albarín negro y la carrasquín, acompañadas también por la verdejo negro, como mandan los cánones de la mezcla canguesa. Un vino atípico e ilusionante.

Bodegas Riojanas es un clásico dentro de esta emblemática y reconocida zona que es Rioja. Con sus más de 100 años de historia, muchos de sus vinos nos han acompañado desde nuestra niñez hasta la etapa adulta, en comidas con nuestros padres o abuelos. Como era de prever la bodega no se ha quedado quieta durante los últimos años y a sus clásicos vinos ha incorporado nuevas elaboraciones, buscando aproximarse a otros estilos. Este Monte Real Garnacha es un buen ejemplo de lo que aquí decimos. Se trata de una garnacha con mucha expresión frutal, fruta roja madura, acompañada por notas especiadas de su breve crianza en barrica. Se trata de un vino divertido por el protagonismo de la fruta sobre el resto. Es sabroso, largo y además posee una buena acidez. Para que veáis que los clásicos también pueden hacer vinos más actuales, accesibles y frutales.

En nuestro siguiente vino vuelve a dominar la variedad garnacha y no por casualidad. Esta uva ha experimentado un crecimiento asombroso e inusual en los últimos 10 años, lo que ha servido para mostrar infinidad de matices y perfiles. La Bodega Canopy la formaron en 2003 dos amigos, Alfonso Chacón, Belarmino Fernández y posteriormente incorporaron al proyecto a Belén Hita. Entre los tres dan forma a la parte más olvidada de la Sierra de Gredos, concretamente las viñas de garnacha se encuentran en El Real de San Vicente, Toledo. Nos encontramos ante una garnacha madura y amable. Posee un cuerpo medio alto, con notas de especias y con taninos maduros. Es vino polivalente, su cuerpo os permitirá combinarlo con platos sabrosos.

Casa Castillo se ha convertido en un referente del en Jumilla por su voluntad de ofrecer vinos mediterráneos que aúnen sutilidad, fruta y elegancia. La Tendida es un buen ejemplo del estilo de la casa. Se trata de un vino elaborado con monastrell principalmente y un pequeño porcentaje de garnacha. Son uvas que proceden de viñedos relativamente jóvenes ubicados en la zona de La Tendida, que da nombre al vino. Tras fermentar en lagares de piedra, el vino hace la maloláctica en fudres donde posteriormente es criado a lo largo de 14 meses.  A destacar su trasfondo mineral que procede de un suelo de gravas calcáreas. El vino es rico en hierbas de monte, fruta roja y especias dulces. Un vino balsámico, especiado y con una buena acidez.

Perteneciente al Grupo Palacios Vinos de Finca, esta bodega se centra únicamente en la elaboración de vinos tintos de la D.O. Ca. Rioja. Para los blancos ya tiene otra bodega dedicada en exclusiva a esta tipología de vinos, Nivarius. Lo más llamativo de este proyecto es su obsesión por los suelos y su diferenciación en texturas.  Garnacha de viñas octogenarias y clones muy antiguos, procedente de pequeños viñedos repartidos por la comarca del Alto Najerilla sobre suelos arcillo-ferrosos. Se trata de un vino de cuerpo medio, con notas varietales de la garnacha muy bien definidas: fruta madura, flores y hierbas silvestres. Un vino fresco, sabroso, equilibrado y varietal.

Las Bodegas Francisco Casas no suelen salir en la prensa del sector. Y ello a pesar de ser una bodega con historia y con cuatro generaciones de bodegueros a sus espaldas. No es necesario que sea famosa para elaborar un buen vino y eso es lo que hoy os presentamos. La tinta de Toro con la que se elabora este vino procede de viñedos en vaso de 15 a 40 años edad asentados sobre suelos franco-arenosos a una altitud media de 700 metros. Se trata de un Toro racial, con fuerza, estructurado. Rico en fruta madura, notas de roble cremoso y un fondo de tabaco. La boca es golosa, larga y con presencia de unos taninos dulces.

Marañones es otra de las bodegas imprescindibles para conocer el alcance de los vinos de San Martín de Valdeiglesias en la D.O. Vinos de Madrid. Para empezar a adentrarse en el universo estilístico de esta casa nada mejor que empezar con su primer vino, 30.000 Maravedíes. Se trata de una fiel representación de la comarca que creó e hizo popular el estilo garnachero más etéreo. Clásica capa baja y aromas silvestres. Un vino franco, muy aromático, vivo y jugoso. La fruta está acompañada de matices acerados que nos muestran un perfil con cierta oscuridad que lo hace muy interesante.

Un vino de corte clásico. Potente color. Exuberante fruta, entre madura y confitada, con un toque visible de su crianza en barrica a lo largo de 10 meses. Posee un ligero matiz de tabaco que nos acerca a una fina reducción. En boca como no podía ser de otra manera, es voluminoso. Posee poderosos taninos y un trasfondo de especias. El vino es largo y capaz de aguantar platos contundentes. Un perfil radicalmente opuesto a la garnacha de Marañones que antes mencionábamos, pero que nos permitirá disfrutar de un tipo de gastronomía más intensa.

Michelini i Mufatto es la bodega de Andrea Mufatto, Gerardo Michelini y Manuel Michelini, madre, padre e hijo, que se concentra en elaborar vinos en tres terruños: Valle de Uco en Argentina, Bierzo en España y Maldonado en Uruguay. La aventura Berciana nació en 2015, como fruto del enamoramiento de Andrea Mufatto y Gerardo Michelini de algunos parajes olvidados de Ponferrada, como Valdecañada y Ozuela. Las uvas de El Camino provienen de viñedos en vaso de 100 años de edad. Se vinifica con el 50% de racimo entero y 50% despalillado. Fermentación espontánea con levaduras indígenas y posterior crianza de 10 meses en tinajas de arcilla. Se trata de un vino de tipología fresca, rico en notas de hierbas de monte, fondo balsámico y con presencia de fruta roja. Un vino con una excelente acidez con un fondo especiado y terroso.  Un vino divertido y desenfadado con el que acercarse al Bierzo y a sus infinitas posibilidades, en este caso con una mezcla de mencía con otras variedades del terreno.